Sin pena ni pene
Es invierno de 2014. Sigo sigilosamente al hombre del chaleco azul como se me ha indicado, desde la entrada de la plaza. Es un cincuentón un poco calvo, enfocado en sus pensamientos. Los camaradas se han distribuido en el centro comercial, cada quien, a su presa. Nadie debe darse cuenta. Tenemos la consigna de hablar … (Leer más)